Brujas, la Venecia del norte

Brujas 2008. Foto Josep Blanch

Parece ser que el nombre de Brujas fue utilizado por primera vez en el siglo XIX, por lo que trata de una denominación muy reciente y quizás acuñado por la raíz ortográfica "Bryghia", una palabra Celta que significa "embarcadero". Es decir, es un brazo del mar del "Zwin" originado por diferentes inundaciones. Por lo tanto fue la conexión con el mar lo que dio origen al crecimiento comercial de Brujas en la Edad Media.

Es en el  siglo XV cuando Brujas vive todo su esplendor como centro del comercio del norte de Europa.

También Brujas aprovecho esta importancia estratégica comercial para convertirse en un centro de poder político. El ducado de Borgoña tuvo su residencia en Brujas y como consecuencia diversos artistas se volvieron atraídos por este polo de atracción que es el poder de la Corte.

Esto tradujo en la construcción de hermosos edificios tanto de uso cortesano, como religiosos o para transacciones del comercio y el florecimiento de la pintura con la escuela de los Flamencos Primitivos. De sus talleres salieron los pintores más destacados del Norte de Europa, sobresaliendo la figura de Jan Van Eyck entre otros.

Del siglo XVI hasta el siglo XIX,  Brujas  dependió de austriacos, franceses y holandeses y fue con la independencia de Bélgica en 1830 cuando llegó su  estabilidad y recuperación económica y cultural.