Destilerias Dallas Dhu - 2011 |
Cuando me plantee mi viaje a Escocia, lo que tenia claro es que no me podía ir de allí sin conocer ni visitar alguna destilería del producto nacional por excelencia que es el Whisky y la verdad es que la experiencia de ver y sobre todo de percibir los olores a los fermentos de la cebada y el tueste a base de turba son realmente particulares.
Para conocer el origen de este licor nos tenemos que remontar allá por el siglo XIII o XIV en plena época de esplendor celta ya que el primer registro de un destilado a base de cebada y centeno se remonta a dichos tiempos. Este brebaje era considerado como un regalo de los Dioses, ya que “revivía” a los muertos, proporcionando calor al cuerpo y al alma durante los fríos inviernos. El nombre Whisky proviene del gaélico, y quiere decir “Uisge Beatha”, o lo que es lo mismo, en español, “agua de vida”.
Interior destileria Talisker - 2011 |
Pero la primera gran producción de whisky y de acuerdo con los primeros escritos que tratan del tema, nos tenemos que remontar al año 1405 en Irlanda, donde era destilado por los monjes. También fue mencionado en Escocia hacia el año 1496 cuando el fraile Juan Cor obtuvo aproximadamente 6 fanegas de malta, esto equivalía a unas 1500 botellas de whisky, equivalente a más de 1400 litros del preciado licor. El primer registro de una destilería, tal como las conocemos hoy, data de 1690 cuando se menciona a la destilería “Ferintoch” de Forbes de Culloden.
Sus propiedades y cualidades hicieron que su difusión fuera rápida y masiva. Comenzó como un antídoto contra las penas, por lo que dicha “medicina” era de lo más común en la mayoría de los funerales, o por personas que habían perdido a un familiar o ser querido para aliviar su duelo. Con el transcurso del tiempo, el beber y brindar por dichos seres queridos se transformó en un acto de alegría y el brindis se puso de moda. Por sus propiedades reanimantes casi mágicas y su especial sabor y aroma este preciado elixir ha recorrido un largo camino que aun llega hasta nuestros días, habiéndose mantenido los métodos de elaboración artesanales exactamente como en sus inicios y de madurez en las típicas barricas de roble.
Cuando nos adentramos ya en el siglo XIX, se produce un cambio importante en la producción de los whiskys. Los escoceses comienzan a mezclar whisky de malta con whisky de grano, este último más liviano y barato. Este punto representa una evolución fundamental hacia los distintos los dos tipos de whisky actuales, los blended y single malt, siendo la variedad actual casi ilimitada.
Os invito a pasear por tierras escocesas y a entrar en las numerosas tiendas de whisky, donde quedareis asombrados de la cantidad de tipos, marcas, colores, gustos y precios que existen y siempre, con moderación, claro esta, los podréis probar antes de comprar una botella determinada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario