Viena 2007 - Foto Josep Blanch |
Si bien todos afirmamos y creemos que el Croissant es francés, su
origen no obstante lo tenemos que situar en Viena. Cuenta la leyenda que el
Croissant nace como uno de los actos festivos al salvarse Viena del sitio
otomano a finales del siglo XVII. Todo sucedía en 1683, cuando los soldados
otomanos al mando del gran visir Kara Mustafá, que habían ya conquistado Hungría y todas las
naciones que recorre el Danubio, sitian Viena, que después de Constantinopla
habría sido la primera conquista importante en Europa.
Dadas las dificultades que tenían los otomanos en asaltar la
ciudad de Viena, los turcos decidieron atacar Viena por sorpresa con una nueva
estrategia. Decidieron socavar el
terreno y a través de túneles traspasar las murallas pero cometieron el error de actuar
sólo de noche. Los panaderos, que trabajaban a esas horas, se dieron cuenta de
la amenaza por los continuos ruidos y dieron la alarma de tal manera que al
final fueron los defensores los que tomaron por sorpresa a las tropas
musulmanas obligándoles a retroceder. Después las tropas austriacas del
emperador Leopoldo I, bajo el mando del rey de Polonia Jan III Sobieski, acabaron
de expulsar del país al ejército musulmán turco.
Se dice que el emperador de Austria, Lepoldo I, en
agradecimiento decidió condecorar a los panaderos vieneses por la valiosa ayuda
ofrecida, les concedió también el derecho de usar espada al cinto que fue lo
más apreciado por los panaderos. Estos, como agradecimiento, elaboraron dos
panes: uno con el nombre de “emperador” y otro Halbmond, en alemán: “media
luna”, antepasado del actual croissant, como burla a la media luna de la
bandera otomana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario