jueves, 17 de enero de 2013

Nemo me impune lacessit



Escocia - 2011

Escocia es  tierra de leyendas por excelencia, de hecho ya os he contado dos en anteriores ocasiones y cuando menos la historia siempre está detrás en mayor o menor medida y esto hace que nos ayude a entender un poco mejor los porqués de esta tierra tan espectacular. Hoy os hablaré de uno de los símbolos nacionales que es el cardo, su flor nacional y elevada a la categoría de emblema de la cultura escocesa.

De entrada se nos hace dificil pensar que una flor tan común y vulgar pueda llegar a conseguir tal distinción y sin embargo, lo cierto es que lo es desde hace más de 700 años.

Cuenta la leyenda que fue en el siglo X, siendo rey de Escocia Malcom I cuando el pueblo de los normandos se aventuró a invadir el país y, para ello, nada mejor que aprovechar la oscuridad de la noche para sorprender y atacar a las tropas escocesas y, de esta manera, poder conseguir una victoria fácil y rápida.

No obstante, dio la casualidad que uno de los invasores cometió el error de ir caminando descalzo y, sin querer, pisó un cardo. El dolor que sintió hizo que no fuera capaz de reprimir el dolor y emitió un enorme grito que descubrió la posición del ejército y alertó a los escoceses de lo que estaba sucediendo. De inmediato se despertaron, tomaron sus armas y en la batalla, finalmente consiguieron la  victoria.

Desde ese día, el cardo se convirtió en la flor y emblema nacional de Escocia. También es cierto que desde el siglo VIII existía lo que se denominaba la “Orden del Cardo” y cuyo lema era “Nemo me impune lacessit”, cuya traducción vendría a ser “Nadie me ofende impunemente”.

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