Viena 2007 - Foto Josep Blanch |
El
Prater de Viena había sido utilizado durante siglos como coto imperial de caza
hasta que, en 1766, fue abierto al público. En 1895 se inauguró allí un parque
de atracciones del que se conservan en perfecto estado muchas de las
atracciones, envueltas en un aire antiguo y con encanto que domina todo el
lugar. De todas las atracciones destacamos la Noria Gigante, inaugurada en
1897.
Esta
noria es uno de los emblemas de Viena. Se trata de una obra monumental, de unos
60 metros de altura aproximadamente y que se inauguró durante la celebración
del 50 aniversario de la coronación del Emperador Francisco José I.
A lo
largo de toda su historia, la noria ha logrado sobrevivir a grandes catástrofes
naturales así como a conflictos bélicos. Ella fue testigo de la I Guerra
Mundial, durante la cual tuvo estuvo inactiva durante dos años que duro el
conflicto en Austria.
Durante
los últimos días de la II Guerra Mundial, en 1945, los bombardeos y el fuego
destruyeron gran parte de la noria. No obstante dado el símbolo que
representaba, fue reconstruida en tiempo récord, aunque sólo pudieron ser
colocadas 15 de las 30 cabinas que tenía en sus inicios.
Las
cabinas que no pudieron ser reinstaladas, hoy están ubicadas en la parte de
debajo de la noria y son sede de exposiciones, a través de la cuales se puede
viajar por diferentes épocas del pasado de la capital. Desde el Imperio Romano,
hasta la Exposición Mundial de Viena, pasando por la Edad Media, las guerras
contra los turcos, o las catástrofes ocurridas durante las guerras mundiales.
Aun
hoy en día, las cabinas son las
originales de madera, antiguas y donde "supuestamente", se rodó la
película "El tercer hombre", aunque las escenas del interior de las
cabinas realmente fue en los estudios de Hollywood, a excepción de los
exteriores que si fueron rodados en el Prater.
También cuenta una leyenda que fue en el Prater
donde el príncipe heredero Rodolfo de Austria, conoció a la baronesita María
Vetsera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario