Tras los pasos de Lawrence - Jordania - 2010 - Foto J.Blanch |
No dejo de leer estos días noticias sobre historias de espías por doquier, eso
si, como diría la CIA, trabajos de perfil bajo. Espías de estar por casa….pues
bien, hoy me viene a la cabeza una historia también de espías, recordando mi
viaje por tierras jordanas. Se trata de la leyenda de Lawrence de Arabia, mito
creado por el Reino para distraer a la opinión mundial de las promesas
colonialistas contradictorias hechas por el Reino Unido al término de la
primera guerra mundial.
Lawrence fue un
protagonista del espionaje británico en el Oriente Próximo de principios
de este siglo, que llegó a la zona en 1909 por vez primera para llevar a cabo trabajos arqueológicos
con un equipo y trazar nuevo mapas. No obstante, gran parte de sus
observaciones e informes versaron, sin embargo, sobre las actividades de los
alemanes y de los árabes. En 1916, Lawrence, que había ingresado en el ejército
británico al comienzo de la guerra mundial, se creó la reputación de haber sido
el gestor de las victorias en el desierto de los árabes sobre los turcos para liberar
Hijaz y parte de Siria. Pero Lawrence de Arabia no fue más que una diversión a
lo sumo, o "una diversión de una diversión". Al término de la primera
guerra mundial, el Reino Unido había hecho promesas a sus aliados que no podía
cumplir por su carácter contradictorio: Os imagináis Constantinopla, para los
rusos; Siria metropolitana, para Francia; la península Arábiga, con Palestina,
Irak y Siria, para el Sharif de La Meca, y Palestina, para los judíos. Estas
eran las pretensiones de los servicios de inteligencia británicos!!