lunes, 28 de enero de 2013

Un pastel con mucha historia


Viena - 2007 - Hotel Sacher

Según cuenta la historia, corría el año 1832 cuando un día el príncipe Klemens Wenzel von Metternich encargó a sus cocineros un nuevo postre para agasajar a unos importantes invitados del que no se tuviera que avergonzar y dado que justo ese día estaba enfermo el jefe de cocina, tan importante tarea recayó en el joven aprendiz de segundo curso Franz Sacher, que tenía entonces 16 años. Franz no defraudó al príncipe y ahí  nació la leyenda de la tarta Sacher.  Ya en su época, fue tal el éxito que permitió al creador pagarle estudios de hostelería en París a su hijo Eduard, y éste fundó en 1876 el hotel Sacher, situado justo detrás del edificio de la Ópera, en Viena. Tras la muerte de Eduard, la gestión del hotel paso a manos de su viuda, Anna Sacher, que con gran habilidad, supo atraer a lo más selecto de la aristocracia, la alta burguesía y la política del país. La tarta se convirtió en el emblema de la casa.
Como sabéis esta tarta esta compuesta de un bizcocho de chocolate con una fina capa de mermelada de albaricoque en el interior y recubierta por un glaseado o cobertura de chocolate.

Actualmente la receta original de la tarta Sacher permanece guardada en una caja fuerte. Sólo un puñado de empleados del hotel ha tenido el privilegio de verla. Entre ellos Alfred Buxbaum, el jefe de pastelería, que elabora la tarta de manera artesanal junto a un equipo de unas treinta personas. Hoy en día la tarta Sacher se elabora en la moderna confitería situada en el mismo edificio del hotel, en la avenida peatonal de la Kärntner Strasse en cuatro tamaños diferentes,  pero siguen los mismos 34 pasos desde su creación, desde cascar el huevo hasta el glaseado final de chocolate, seguido del embalaje en cajas de madera para su envío a todo el mundo. Todo bajo un exhaustivo control de calidad.

jueves, 17 de enero de 2013

Nemo me impune lacessit



Escocia - 2011

Escocia es  tierra de leyendas por excelencia, de hecho ya os he contado dos en anteriores ocasiones y cuando menos la historia siempre está detrás en mayor o menor medida y esto hace que nos ayude a entender un poco mejor los porqués de esta tierra tan espectacular. Hoy os hablaré de uno de los símbolos nacionales que es el cardo, su flor nacional y elevada a la categoría de emblema de la cultura escocesa.

De entrada se nos hace dificil pensar que una flor tan común y vulgar pueda llegar a conseguir tal distinción y sin embargo, lo cierto es que lo es desde hace más de 700 años.

Cuenta la leyenda que fue en el siglo X, siendo rey de Escocia Malcom I cuando el pueblo de los normandos se aventuró a invadir el país y, para ello, nada mejor que aprovechar la oscuridad de la noche para sorprender y atacar a las tropas escocesas y, de esta manera, poder conseguir una victoria fácil y rápida.

No obstante, dio la casualidad que uno de los invasores cometió el error de ir caminando descalzo y, sin querer, pisó un cardo. El dolor que sintió hizo que no fuera capaz de reprimir el dolor y emitió un enorme grito que descubrió la posición del ejército y alertó a los escoceses de lo que estaba sucediendo. De inmediato se despertaron, tomaron sus armas y en la batalla, finalmente consiguieron la  victoria.

Desde ese día, el cardo se convirtió en la flor y emblema nacional de Escocia. También es cierto que desde el siglo VIII existía lo que se denominaba la “Orden del Cardo” y cuyo lema era “Nemo me impune lacessit”, cuya traducción vendría a ser “Nadie me ofende impunemente”.

sábado, 12 de enero de 2013

La corona de San Esteban...

Corona San Esteban, Budapest - 2007. Foto Josep Blanch
Dice la historia que San Esteban, en realidead Rey Esteban I (997-1038) fue el fundador  del estado de Hungria. Obligó a todos los súbditos del reino a respetar los dogmas del cristianismo. Creo por su conviccion cristiana toda la organización eclesiástica del país, obligando a las poblaciones a construir templos y organizándolas en diócesis. Trajo a Hungría a monjes, quienes, además de difundir la nueva religión, enseñaban a los habitantes del país horticultura, viticultura y distintas actividades industriales. Los monjes sentaron las bases y fueron los difusores de la cultura escrita, estableciendo el sistema legislativo y administrativo del nuevo Estado.
Es en la Navidad del año 1000 cuando Esteban es coronado rey con la corona recibida del Papa de Roma Silvestre II. Este acto encerraba múltiples símbolos. Por un lado, señalaba que de Señor de las tribus paganas pasó a ser un monarca europeo, incluso reconocido por la Iglesia, que profesaba la fe cristiana. El suelo del país a su vez se convirtió en la tierra de un país cristiano y soberano, y Hungría desde entonces ya pudo incorporarse orgánicamente a la comunidad de los Estados europeos. 
Como resultado de la grandiosa labor de difusión del cristianismo, Esteban, fue canonizado en el año 1083. 
Cuenta una leyenda que la cruz de la corona esta doblada porque en un intento de robo de la misma, el guarda que la custodiaba se sento encima de ella para evitar fuera vista en el registro...Dificil de creer, no? 

miércoles, 9 de enero de 2013

Viena, origen del croissant..



Viena 2007 - Foto Josep Blanch

Si bien todos afirmamos y creemos que el Croissant es francés, su origen no obstante lo tenemos que situar en Viena. Cuenta la leyenda que el Croissant nace como uno de los actos festivos al salvarse Viena del sitio otomano a finales del siglo XVII. Todo sucedía en 1683, cuando los soldados otomanos al mando del gran visir Kara Mustafá,  que habían ya conquistado Hungría y todas las naciones que recorre el Danubio, sitian Viena, que después de Constantinopla habría sido la primera conquista importante en Europa.

Dadas las dificultades que tenían los otomanos en asaltar la ciudad de Viena, los turcos decidieron atacar Viena por sorpresa con una nueva estrategia. Decidieron  socavar el terreno y a través de túneles  traspasar  las murallas pero cometieron el error de actuar sólo de noche. Los panaderos, que trabajaban a esas horas, se dieron cuenta de la amenaza por los continuos ruidos y dieron la alarma de tal manera que al final fueron los defensores los que tomaron por sorpresa a las tropas musulmanas obligándoles a retroceder. Después las tropas austriacas del emperador Leopoldo I, bajo el mando del rey de Polonia Jan III Sobieski, acabaron de expulsar del país al ejército musulmán turco.

Se dice que el emperador de Austria, Lepoldo I, en agradecimiento decidió condecorar a los panaderos vieneses por la valiosa ayuda ofrecida, les concedió  también  el derecho de usar espada al cinto que fue lo más apreciado por los panaderos. Estos, como agradecimiento, elaboraron dos panes: uno con el nombre de “emperador” y otro Halbmond, en alemán: “media luna”, antepasado del actual croissant, como burla a la media luna de la bandera otomana.

lunes, 7 de enero de 2013

El Begijnhof, un remanso de paz en medio de Amsterdam


Begijnhoh - Amsterdam 2013 - Foto Josep Blanch

El Begijnhof de Ámsterdam es considerado el único hospicio medieval fundado en la capital de Holanda y uno de los pocos de este tipo que aún se mantienen, junto a los de Breda, Lovaina o de Brujas en Bélgica. Si bien no se tiene certeza de la fecha de su fundación, y aunque se considera acertada la aproximación de que se originó entre los siglos XVII y XVIII, lo cierto es que se tiene constancia de que en 1346 ya vivían en algunas de las casas algunas monjas.

La mayoría de las casas que rodean el patio son de los siglos XVII Y XVIII, aunque se pueden encontrar algunas más antiguas. Aquí es donde encontraremos la casa de madera más antigua de Holanda, construida alrededor de 1528, la Het Houten Huys que mantiene aún su exterior de madera.

Het Houten Huys - Foto Josep Blanch
Pese a ser un lugar privado, el Begijnhof puede ser visitado siendo el mejor momento a primera hora de la mañana, en donde se puede disfrutar de unos momentos de paz, silencio y sosiego espiritual.

Cuenta una leyenda de este lugar que tiempos atrás, cuando el Begijnhof estaba habitado por monjas, la hermana Cornelia Arens, que falleció en 1654 expresó su deseo de última voluntad de que fuera enterrada en el jardín del Begijnhof en lugar de hacerlo en la iglesia como era costumbre, debido a que esta había sido profanada por los presbiterianos. Pero tras su muerte y contra su voluntad fue enterrada en la capilla. Cuenta la gente del lugar que su alma no pudo encontrar el descanso eterno tras negársele su voluntad y que por las noches vagaba por el patio con mucha pena y tristeza, apareciendo el ataúd cada mañana en el patio, hasta que decidieron respetar su última voluntad siendo enterrada definitivamente en el patio, encontrando su alma el deseado descanso eterno.