viernes, 19 de abril de 2013

Una passejada per Eina

Menhir d'Eina
Al poble d'Eina, a l'Alta Cerdanya Francesa , hi ha un breu recorregut de poc més de 5 Km., que es un veritable itinerari arqueològic que passa per un tram visible d'una via romana, on es poden veure diversos elements com l’empedrat, murs de sosteniment, ponts i pilons), així com per una sorprenent concentració de monuments megalítics com dolmens i menhirs, , exponents d'una cultura megalítica que es va desenvolupar a la Cerdanya principalment entre el Calcolític o Edat del Coure i el període inicial de l’edat del Bronze allà pels anys 2250-1500 a.C.
Dolmen Pasquerets
Entre aquests monuments trobarem el Cista de Lo Pou, indicat com a dolmen, encara que en realitat una cista, petit sepulcre en forma de caixa i de planta quadrangular, composta per dues lloses i dos murs de pedra en sec.
Enlairat en un petit turonet, trobarem també el dolmen de Pasquerets. Aquest sepulcre megalític, erigit probablement durant el Calcolític (2000-1800 a.C.), és de planta rectangular i té com a elements originals la llosa de capçalera i les dues lloses laterals. El topònim Pasquerets deriva del mot pasquer, nom del tribut que es pagava, en els segles XI-XIII, als senyors feudals per poder pasturar els ramats en les seves terres.
Mes endavant trobarem el Menhir d’Eina, de 2,45 metres d’alçada, fou erigit probablement durant el Neolític mitjà (3500-3000 a.C.), i ha estat redreçat recentment; cal dir que fou escapçat, possiblement en època medieval, per tal de destruir la seva figura antropomorfa i així cristianitzar-lo, segons les creences de l’època.
I per últim arribarem al Pla del Bac, extens altiplà des d’on tenim una gran panoràmica, on podrem veure diversos túmuls amb roques granítiques, i veurem un nucli granític amb una gran cambra artificial; al redós d’aquest nucli s’hi va establir un hàbitat estacional, des del Neolític fins a l’edat del Bronze.
Es una  recomanable passejada que ens farà recordar les divertides histories i aventures d’Asterix i Obelix.


viernes, 5 de abril de 2013

Descubierta una de las 3 “Puertas al Infierno”.



Excavaciones en Hierápolis, Turquia. 2003

La mitología greco-romana atribuía a Plutón la deidad del inframundo y como tal se convirtió en uno de los dioses más importantes del panteón helénico y romano.

Para griegos y romanos el infierno estaba en la Tierra y se accedía al mismo al fenecer. Los templos mas importantes dedicados a Plutón funcionaban como “Puertas del Infierno”. El geógrafo griego Strabo dejó escrito que existían tres plutonion, tal como se conocían estos lugares en griego. El ahora descubierto, al que Strabo dedicó especial atención, esta situado en la ciudad frigia de Hierápolis, hoy Pamukkale, en Turquía.

Piscinas de Pamukkale - Turquia - 2003
La puerta del infierno de Hierápolis era un lugar cargado de misticismo: Su espacio estaba lleno de un vapor tan denso y brumoso que apenas se podía ver el suelo. Cualquier animal que pasaba a su interior encontraba una muerte instantánea.

Ha sido el arqueólogo italiano Franceso D’Andria, de la Universidad de Salento, quien ha hecho público su ubicación como resultado de unas excavaciones que permiten, por fin, saber cómo era en realidad el templo del que hablaba Strabo.

D´Andria ha encontrado en Pamukkale, famosa por sus piscinas de carbonato de calcio de un blanco deslumbrante, conocidas desde tiempos históricos por sus propiedades termales, los restos de un templo dedicado a Plutón, varias columnas jónicas con inscripciones dedicadas a las deidades del inframundo, una piscina y la escalera que conducía a la cueva, puerta del infierno, de la que surge dióxido de carbono, propio de las emanaciones termales.

La Puerta del Infierno era un destino ineludible para realizar ritos de incubación, una práctica común de la antigüedad que consistía en acudir a un templo para recibir un sueño que proporcionaba la solución a todo tipo de problemas, a modo de oráculo. Los peregrinos bebían el agua de la piscina que estaba junto al templo, dormían cerca de la cueva y tenían todo tipo de visiones y profecías. Los efluvios procedentes de la cueva provocaban alucinaciones en los peregrinos, que estos atribuían al poder de Plutón.

En el siglo seis d.C. los cristianos arrasaron con el lugar y después los terremotos posteriores acabaron enterrando lo poco que quedaba en pie, cerrando así la puerta a las tinieblas.

miércoles, 3 de abril de 2013

Cuando la Virgen encubre el delito....

Paso Semana Santa Malaga 2013
Cuenta la leyenda la existencia en el siglo XIX de un bandolero llamado Cristóbal Ruiz, conocido como el Zamarilla. A su banda de salteadores se le atribuían delitos de sangre, robos y secuestros. Sus andanzas se circunscribían a la Serranía de Ronda, aunque también se extendieron a la Costa malagueña y a la propia capital.

Fue durante la huida de una escaramuza que Zamarilla encontró una capilla y en ella a una Dolorosa trinitaria, escondiéndose bajo su manto. Los guardias que entraron en el oratorio, rebuscaron por todas partes y al rato salieron decepcionados al no poder encontrar al bandido.

A pesar de su tosquedad, el Zamarilla quiso agradecer a la Virgen su ayuda y, como no llevaba nada de valor, cortó una rosa blanca y se la clavó con su puñal en el pecho de la imagen. Esta quedó prendida en María, pero entre el asombro y el miedo, contempló como la rosa se iba tiñendo lentamente de sangre hasta quedar convertida en una rosa roja y luminosa.

Como consecuencia de este hecho, Zamarrilla arrepentido de su azarosa vida, ingresó para el resto de sus días en un convento muy cercano al lugar donde la Virgen de la Amargura recibía culto, y siempre en el aniversario de su arrepentimiento, el Zamarilla bajaba por el camino de Antequera hasta el oratorio de la Señora para depositar a sus pies una rosa roja.

Una tarde, cuando Zamarrilla iba a cumplir su promesa de llevar la rosa roja a la Virgen, fue atacado por unos salteadores que, al no llevar ningún objeto de valor, le apuñalaron hasta darle muerte.

Cuando la comunidad hallo el cuerpo de Zamarrilla todo ensangrentado en medio del camino, entre sus manos permanecía la rosa de su ofrenda que había cambiado su color rojo por un blanco resplandeciente.

lunes, 1 de abril de 2013

Arte en la calle....entre fino y fino.



Semana Santa 2013, Malaga - Foto Josep Blanch

Este fin de semana, he viajado a Málaga para ver y vivir un poco la Semana Santa Malagueña. En esta ciudad costera,  la Semana Santa se vive y se siente, por supuesto hay malagueños a los que no le gusta esta semana y huyen de la ciudad por el gentío y bullicio que hay, pero es una ciudad donde estos días la gente vive en la calle y donde es imposible con hacerse con un itinerario donde no se cruce en un momento u otro con una procesión.

La Semana Santa malagueña es un sentimiento difícil de explicar, siempre hablando desde mi experiencia y mis sentimientos, os diré que no hace falta ser creyente, católico, ni cristiano para disfrutar de ella. Yo no soy creyente, pero me encanta, ya que para mí es una forma distinta de ver el arte, las costumbres y el vivir de un pueblo, y que por supuesto respeto y aplaudo a aquellas personas que se esfuerzan año tras año para mostrarnos estos fantásticos pasos de un valor artístico incalculable y que con tanto mimo cuidan.

A la pocas de horas de ver y vivir estas procesiones ya dominas un vocabulario que hasta hace unas horas te era totalmente ajeno. Palabras como Capirote, Nazareno, Costalero, Mecida, Mayordomo, Manquita y así unas cuantas más.

Por cierto sabias que la Manquita es el nombre que recibe la Catedral de Málaga, porque le falta una torre y donde entran varias cofradías para hacer una estación de penitencia.